¿Quién soy yo? Soy todas mis facetas,
todas mis imágenes, todas mis actividades. En mayor o menor medida, en público
o en privado, soy todo lo que manifiesto ser y también lo que, sin
manifestarse, subyace.
En el ámbito estrictamente personal,
es importante mostrar lo que se es. Se trata de ser honrado y claro y
transparente... si eso es lo que se desea. En el ámbito público, sin
embargo, lo importante no es quién soy, sino qué quiero mostrar de mí. Sigue
tratándose de ser honrado y claro y transparente, pero solo con la información
necesaria para el desenvolvimiento en dicho ámbito, que, al menos en mi caso de
profesora de enseñanza secundaria, es muy poca.
Mi ropa, mi actitud, mi forma de
trabajar y relacionarme, mi coche... forman mi identidad social en el
instituto. Con esa es suficiente. No necesito exponer mis aficiones, mis
actividades de ocio o mis relaciones personales. Porque no son asunto de nadie
y porque es imprevisible cuándo alguien va a crear un problema a partir de una
"little piece of information" sobre otra persona. Ahora que llamamos
derecho a la información a lo que toda la vida se ha llamado cotilleo, sigue
siendo tan necesario preservar la privacidad como cuando se vivía en pueblos
minúsculos en que todo el mundo se conocía. Y es incluso más difícil.
Buscando mi nombre en internet, he
encontrado algunas reseñas de mi actividad laboral. Pero también he encontrado
mi dirección casi completa en una web de empresas (no tengo una empresa) con sede
en Alemania. Les he escrito un mail para que me borren, pero no confío en que
lo hagan a la primera. Ya veremos lo que ocurre.
Querría que mi identidad digital
fuera aséptica y mínima. Haré lo posible por conseguirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario